El año sabático no viene tan mal al final. He hecho muchas cosas nuevas, comenzado rutinas, dejado y vuelto a empezar. Me resulta divertido imaginar qué hubiera hecho, por ejemplo, ayer a la noche de no haber abandonado la facultad. Quizás estaría estudiando como un enfermo, desaprobando exámenes o metiendo todos en una semana. ¿Quién sabe? Siendo tantas las variantes no creo que tenga sentido el apurarse.
Perdí tiempo, pero me siento mucho más astuto que nunca; ya sé que es lo que no quiero estudiar; jugué al fútbol y saqué fotos. ¿Acaso así no se suponía que uno debe invertir su vida?
El año que viene arranco con todo y les rompo el orto. Probablemente sea Comunicación Social la carrera a elegir. De hecho el circunstancial de probabilidad es decorativo ahi, pues la cuestión está decidida. Para terminar voy a exponer rápidamente mis argumentos para elegir la carrera. No son exclusivos, pues las características que destaco de ésta en particular se comparten con muchas otras, sólo que no lo hacen conjuntamente:

• Cada segundo en la UTN lo pasé con ganas de escribir. Necesito depurar eso.
• Seamos sensatos y acordemos que el 90% de las fórmulas matemáticas son caprichos irrelevantes. A efectos personales me parecen tan necesarias como la Mona Lisa.
• Quedaba lejos Berisso, che.
• Un par de amigos me pidieron ayuda en el formateo de sus trabajos. Les faltaba crear un blog, subtitular unos videos y detalles varios. Resultó que mi colaboración colocó sus trabajos por sobre el promedio, habiéndome tardado en el aggiornamiento no más de 15 minutos. Ergo, mi potencial ahi es infinito.
• Nadie lee el blog, quizás pueda aprender algo de subliminalismo para darle una mano.
• Ví con muy buenos ojos una práctica de Los Soldados de Perón F.C, un conjunto de fútbolistas universitarios al cual me coparía unirme. ¡Se puede lograr mucho en la facultad, es increíble, che!
• Lo que me acuerdo del colegio se está tornando cada vez más borroso. Necesito chamuyar más para mantener el nivel.
• Mi objetivo de vida, luego de tomarme una ginebra con Pettinato y ver un partido de fútbol americano con Lennon, siempre fue tomar el té con Lanata, los dos Feinmann (Eduardito y José Pablo) y quien haya sido el primer hombre en sodomizar una licuadora. El periodismo me dejaría a dos pasos.

Finalmente, respiro aliviado de una vez por todas con el pasar del tiempo. Esto de beber ácido del pico se está descontrolando. Ayer le tuve miedo a: perros, rock, marcianos, rock marciano, lunas de júpiter, nazis, Roger Waters, sonidos en general, la muerte, luces, Bruno y tantas otras cosas más. Mejor parar la moto.