Sobre debate.

miércoles, 7 de julio de 2010 a la/s 3:31 p. m.
Vamos a clarificar las cosas. Para hacer tal cosa no hay nada mejor que las analogías, pues yo disfruto de ellas enormemente. Arranquemos:
Luis es ateo; No fue bautizado ni recibió educación religiosa. Sus padres no lo bautizaron sólo porque siempre lo enviaron a instituciones laicas y no hizo falta. Hoy en día ha fundamentado su decisión con la información pertinente y se considera respetuoso para con las creencias de los demás. Un mal día, en su vigésimo año de vida, se realiza que como nunca tomó la comunión, nunca recibió la cantidad de dinero que, por ejemplo, sus hermanos recibieron. Decide tomar acciones políticas respecto al tema, ya que como nunca fue bautizado no tiene posibilidad de tomar la comunión. Milagrosamente junta 40 amigos que piensan igual que él y se congregan en Plaza de Mayo, haciendo quilombo y demases.
La analogía, para aquellos que no se han dado cuenta, se hace con la homosexualidad y el debate que se da hoy en día. Agrupaciones homosexuales plantean que se les debería otorgar el derecho de matrimonio, pues de lo contrario se los está aislando por su decisión. El hecho aquí es uno: el humano no es católico (ni religioso siquiera) innatamente, por lo tanto la religiosidad se adquiere o se otorga. La religión es una filosofía, y como tal exhibe una escala de valores y límites que demarcan lo que se debe hacer y lo que no. Para los católicos, la homosexualidad es un pecado penado con el infierno o no sé que, por lo tanto aquel que se considera verardaderamente católico (y que sigue las enseñanzas de Jesús o de la tetera voladora) debe saber que ser homosexual en ese contexto es como pertenecer a la JP y votar por Cobos. Es un hecho, ambas cosas son incompatibles. Pretender el ejercer un ritual típico del catolicismo siendo parte o teniendo alguna afinidad que claramente contradice las de la religión creadora del ritual no es más que una contradicción o un capricho. Hay cosas bastante más importantes por las que luchar, y esta no es una que valga la pena. Esto es así, hay un lado que es inflexible, y si uno quiere casarse deberá dejar la homosexualidad de lado, o bien arreglarse con la unión civil y no alquilar la parroquia.

1 Responses to Sobre debate.

  1. lechi Says:

    Hay cosas bastante más importantes por las que luchar.
    Touché . Que estén debatiendo semejante porquería en el gobierno me da por los ovarios, para empezar.
    Por otro lado, quiero decir que esto que planteás es muy lógico. De todos modos, el Matrimonio como institución católica, Unión Sagrada y toda esa pepa, para la mayoría de la gente es una tradición desligada de la religión, lo que no justifica nada.Sigo estando de acuerdo, era una acotación accesoria.